Por primera vez, la Encuesta de Población activa
recoge un descenso del paro en el segundo trimestre, y lo hace en 1.100
personas. Buena noticia aunque sucede únicamente porque se alarga la campaña y
no porque se creen nuevos empleos. La población mayor de 16 años sigue
descendiendo, confirmando que la emigración parece ser un fenómeno que ha
vuelto para quedarse. Los ocupados, esto es, las personas con empleo bajan en
2.400, y podría parecer extraño que, a pesar de ello, el paro descienda en
1.100. La razón está en que la población activa, es decir, los que trabajan o
buscan trabajo también baja. Lo hace en 3.400, la mayoría porque son
trabajadores fijos discontinuos que volverán a trabajar en octubre y no, como
pudiera pensarse porque aumente el desánimo. En resumen, no se crea empleo pero
como tampoco han cerrado aún los almacenes, la provincia salva el trimestre.
Con todo, la tasa de paro sube unas décimas
hasta el 35,32%, lejos ya de aquel 9,5% de hace seis años.
Tener a casi 4 de cada 10 personas en edad de
trabajar desempleadas es una tragedia para nuestra provincia. Peor es saber que
ese 9,5% no se volverá a ver en por lo menos 10 años y lo que es la repanocha
es ver que no sólo no se toman medias para paliarlo, sino que las que se
adoptan o bien no servirán de mucho o bien se dirigen a perpetuarlo. La
Construcción emplea ahora al 5% de las personas con empleo cuando hace cuatro
años empleaba al 21%. Si tú trabajabas poniendo ladrillos no es fácil pasar sin
más a, por ejemplo, fabricar lavadoras. Hay que aprender a hacerlo y
precisamente eso necesita Almería, reorientar a miles de personas hacia otros
empleos. Una necesidad que choca con el recorte en las políticas activas de
empleo. Hay quien dice que también se consigue recortando las prestaciones y
así se busca empleo desde el primer día. Pero como es verano y no quiero
empezar a hiperventilar, no diré que opinión me merece esta idea. No tengo
tampoco muchas esperanzas en el plan de choque andaluz. Sus actuaciones proporcionarán
empleo temporal y periodos de trabajo que permitan a desempleados que hayan
agotado la protección, acceder a los subsidios en unas actuaciones y objetivos
curiosamente similares al PER, e incluso más limitado: repoblaciones
forestales, arreglar colegios y, a diferencia del PER que arregla calles y
edificios, este plan arreglará viviendas. La diferencia es que el PER lleva
desde 1991, su periodicidad da trabajo temporal cada año y permitir cobrar el
paro durante la inactividad. Un solo año no serviría en realidad de gran cosa,
así que seguiremos esperando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario