FUNCIONARIOS
TRABAJANDO
Ya hasta los
funcionarios trabajan, España empieza a ser un lugar mejor, todas las reformas
estaban justificadas y un horizonte de brotes verdes se alza ante nosotros. No
deja de resultar curioso que fresco aún el asunto de la paga extra y demás
recortes a los funcionarios, y recién aprobado el decreto que fija jornada,
vacaciones y horarios para 2013 aparezca la noticia de que el absentismo entre
los funcionarios públicos es ya inferior al del sector privado e incluso el de
los empresarios autónomos. Pero aún causa más asombro la afirmación de que los
funcionarios han abandonado su tradicional estado de absentismo laboral por
miedo a ser despedidos y eso, claro, no puede ser sino un éxito del Gobierno y
su reforma laboral.
En realidad, el
asunto del absentismo funcionarial parece traído por los pelos y en plan
agarrarse a cualquier cosa para presentar éxitos de la reforma laboral y de los
recortes de julio. Se anunció, innecesariamente, que con ella crecería el
empleo indefinido de la mano de ese contrato para emprendedores que básicamente
consiste en llamar indefinido a un contrato temporal lleno de subvenciones a
ver si cuela. Sin embargo, hay que retroceder al año 2000 para ver un número y
un porcentaje tan bajo de contratación indefinida en Almería. En 2012 se
registraron en Almería 9.874 contratos indefinidos, muy lejos de los 24.000 de
2006. Y es que no se puede crear oferta de trabajo por ley. Sólo aparece cuando
se necesitan trabajadores que produzcan bienes y servicios que se van a
consumir o exportar y el paro, la subida de impuestos, la reducción de salarios
que ha sido el único efecto constatable de la reforma y la incertidumbre sobre
las rentas futuras no son un aliciente para consumir.
Y así, volvemos
a los funcionarios absentistas. Pasma que se diga que ya no lo son por miedo al
despido porque en realidad no se les puede despedir. La reforma que ha
introducido el despido colectivo en la Administración se refiere al personal
laboral, no a los funcionarios con oposición y, entre el personal laboral, los
últimos serían los que realizaron pruebas selectivas para acceder a ese puesto.
¿Sorprende que haya trabajadores públicos que ocupen puestos sin pruebas
selectivas de acceso? Claro que no, el enchufismo está para algo. Como tampoco
puede sorprende que entre los grandes defensores de la reforma de la
Administración y que se autodenominan liberales estén personas que ni han
conocido ni conocen otro sueldo que no sea el que proceda del sector público
gracias, además, a su carácter de profesionales de la militancia política.
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