El año lo hemos comenzado
hablando de la reducción del paro y la esperanza en que la recuperación haya
comenzado. Esperanza o deseo, tanto da. En esta misma columna ya comenté la
semana pasada los datos de paro registrado en Almería de diciembre, pero puesto
que se habla de una posible recuperación del empleo, no sólo de reducción del
paro, que no es lo mismo, creo necesario echar un vistazo a como se ha
contratado en 2013 para poder hacernos una idea de por dónde irán los tiros en
2014. Ni es lo mismo reducir el paro que crear empleo, ya que el paro se puede
reducir, y en parte está siendo así, por la emigración y por el desánimo que
lleva a dejar de estar inscrito, tampoco un aumento en la contratación laboral
equivale a un aumento del empleo.
Me explico. En 2013 se hicieron
un 10,50% de contratos más que en 2012. En principio eso puede sonar a mejoría
en el empleo. Pero antes de aplaudir hay que ver qué tipo de contratos son y de
que duración, porque si por el mismo empleo pasan en dos años veinte personas
no se han creado veinte puestos de trabajo, ni siquiera uno, se rota en el que
ya había. Esto lo entendemos mejor si vemos la cifra total de contratos
celebrados en nuestra provincia en 2013, que fueron algo más de 247.000. Si
cada uno de ellos hubiera sido un trabajador y un distinto, el paro sería ya
historia no sólo en Almería sino en media Andalucía.
Viendo esos 247.000 contratos más
de cerca llegamos a una primera conclusión, uno de cada cuatro fueron a tiempo
parcial. Si, 64.000 contratos a tiempo parcial, que se dice pronto. Si tenemos
en cuenta que el 90% de los que aceptan un contrato a tiempo parcial lo hacen
porque no pueden encontrar uno a tiempo completo, que al finalizar el año se ha
potenciado esta figura por lo que es previsible que esa figura sea la estrella
laboral en 2014, a lo que hay que unir la otra parcialidad que procede de las
reducciones de jornada de lo que se llamaba ERTEs conseguiremos, por fin, que la pobreza no
tenga como origen sólo el desempleo, sino que copiando lo que ya pasa en
Estados Unidos se pueda ser pobre con trabajo.
Paralelamente al auge del
contrato a tiempo parcial, la figura que se hunde es la contratación
indefinida, incluso llamando así al contrato de la reforma laboral, el indefinido
de emprendedores, de los que el 80% no sobreviven al primer año, el de prueba.
Pues bien, unos 12.000 de esos 247.000 contratos fueron indefinidos, el 4% del
total, todo lo demás ha sido temporalidad y muchos son temporales y a tiempo
parcial a la vez. Y a esto se le llama luz al final del túnel.
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