viernes, 23 de mayo de 2014

LA REFORMA PERMANENTE

Nuestros gobernantes, que tantas alegrías nos dan, han conseguido privar a palabras como transparencia o reforma de todo sentido, a fuerza de usarlas continuamente y para todo. Un ejemplo de transparencia es el abuso de los decretos leyes y utilizar, para reformas y modificaciones de calado todo tipo de normas, muchas de nombres equívocos, en lo que es todo un ejemplo de innovación lingüística. ¿Podía alguien imaginar que envejecimiento activo significa recortar subsidios por desempleo a los mayores? o que la ley orgánica de control de la deuda comercial en el sector público sea el sitio donde se devuelva un día a los funcionarios. Será para que no monten en cólera.
Ahora le va a tocar el turno, una vez más, a la reforma laboral. El preámbulo de la ley hacía un análisis bastante acertado, me parece a mí, sobre cuales debían ser los objetivos del mercado laboral español.  No tiene mucho mérito, porque los preámbulos de las 45 reformas anteriores también eran muy acertados. Utiliza ese preámbulo otro mantra que se usó mucho hasta que la crisis demostró su inconsistencia: flexiseguridad. La necesidad de contar con instituciones laborales flexibles y fiables. Fiables entre otras cosas por la estabilidad normativa, es decir, que las normas duren algo en el tiempo. También decía ese preámbulo que la flexibilidad interna iba a contribuir a sustituir temporalidad por fijeza y a evitar los despidos. 
Por desgracia, lo que se está haciendo no va en la línea de lo que anuncia el preámbulo. Las normas laborales duran dos telediarios, la temporalidad se extiende, y  disposiciones adicionales cambian, anulan o contradicen lo que hace tan sólo un mes parecía solido. No me extraña que tengan que gastarse 2,5 millones en dar a conocer la reforma, aunque será un dinero tirado porque ya hay otra reforma de la reforma en marcha. Contradiciendo toda la propaganda oficial que nos ha bombardeado estos meses acerca de que la reforma laboral había contribuido a evitar despidos, y en otro claro ejemplo de transparencia, el PP en el Senado presenta una enmienda a la ley de presupuesto eliminando el art. 33.8 del Estatuto de los Trabajadores, y dado que la respuesta lógica sería ah, ese artículo se refiere al pago por el FOGASA de parte de la indemnización por despido en las PYMES. Se hace con el objetivo desincentivar los despidos. ¿Pero no habíamos quedado en que la propia reforma laboral con toda su flexibilidad interna ya había conseguido evitar los despidos? Pues no, y claro, para no contradecir la forma transparente de actuación es así, de tapadillo

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