DIGNIDAD EN POLITICA
Para los que nos
gusta la política y tenemos la suerte de no vivir de ella ser exigentes al
juzgar los comportamientos de las élites políticas, detectar contradicciones, puede
resultar un punto cruel. No obstante, no
deben inquietarse pues como dice Rosanvallon en su obra La Sociedad de los
Iguales nos quejamos de las consecuencias, pero aceptamos las causas. Criticamos
lo que hacen, pero no como llegan al lugar desde el que pueden hacerlo.
Viene esta digresión
porque es difícil sustraerte al apasionante tema de la situación del PSOE y el
papel en ella de los socialistas almerienses. Poseo una mente abierta y acepto
que un político sea flexible, la adaptación no es incoherencia. Mas una cosa es
ser flexible y otra contorsionista hasta suprimir del Facebook las fotos con
Pedro Sánchez. Eso sería una anécdota y las declaraciones que el pasado 28 de
septiembre leí de la diputada Sonia Ferrer algo sobre lo que meditar. Confieso
que me gustaron pues aunque hechas tres meses después de las elecciones no
difieren de lo que reflexioné por entonces, que los resultados y la penosa
campaña forzaban al Sr. Sánchez Teruel a asumir la responsabilidad que una vez
afirmó no dudaría en afrontar. La diputada asegura que se deben “tomar las
responsabilidades que a cada uno corresponde” y, en el mismo texto, reconoce
que es necesario “debatir porque hemos perdido las últimas elecciones”. En
realidad se refería a las elecciones vascas y gallegas y a Pedro Sánchez. Sin
embargo, tras encabezar dos veces la lista al Congreso por Almería es difícil
no ver en sus palabras el primer análisis real que un dirigente socialista
realiza sobre sus resultados electorales en la provincia. Recordemos que si el
20D el PSOE sufrió aquí las peores cifras en unas elecciones generales, en
junio hizo bueno el dato de diciembre. Hurtaron a votantes y militantes el
análisis del rumbo que su partido lleva en su provincia y ahora reclama a nivel
nacional como si de una científica social se tratara y no de una protagonista. Por muy flexible que se sea, en algún momento
se debe actuar con dignidad. Patear ahora a Pedro Sánchez, a cuyo fracaso
contribuyó, queda cuanto menos feo y se debe exigir el mismo nivel de
responsabilidad que se está dispuesto a asumir para que no puedan decirte como en
Los Idus de Marzo “Lo que importa es lo
que hiciste, ¡lo que importa es lo que no hiciste!”.