viernes, 5 de marzo de 2010
LA ECONOMIA SUMERGIDA ES MALA PARA TODOS
Artículo publicado en El diario de Almería 21.02.10
A finales de 2008 se hizo famoso un simpático profesor jubilado que tras hacer un resumen de varios periódicos nos comentó crisis Ninja y después anunció gasolina. Hace poco afirmó que la economía sumergida le parecía correctísima y, en ocasiones, incluso recomendable y ya dejó de parecer tan simpático. ¿ Es realmente correcta y recomendable?
Veamos un caso real: una persona teóricamente despedida por su socio, cobra el paro y al mismo tiempo sigue dirigiendo la empresa con trabajadores sin dar de alta, así que puede hacernos un precio mejor, sin IVA y podemos decir que suerte tenemos que nos sale más barato.
Ahora veamos más allá: el paro que cobra sale de nuestros impuestos y no puede gastarse en, por ejemplo, planes de fomento del empleo. Al no pagar impuestos sus precios son más bajos y así otra empresa que cumple con sus obligaciones no puede competir y debe cerrar, enviando más trabajadores al paro, que requerirán prestaciones y consumirán menos agravando la situación. Los trabajadores sin alta o cobrando parte del dinero “en negro” no cotizan por jubilación y se encuentran que apenas tienen derecho a paro al tener bases de cotización bajísimas y todo ello cruzando los dedos para que no tengan un accidente laboral pues normalmente trabajarán en peores condiciones. El IVA que nos hemos ahorrado, al final, nos sale carísimo.
No es fácil conocer el volumen de la economía sumergida. Lo cierto es que, al principio de una crisis disminuye, porque el primer empleo que se pierde es, precisamente, el informal que no tiene un coste añadido para el empresario. Después, a medida que la crisis avanza se empieza a destruir el empleo formal y, al cabo de un tiempo, algunos de estos parados pasan a la economía sumergida. Cuanto más tiempo permanecen en esta situación, menos probabilidad tienen de lograr un empleo con contrato.
La economía sumergida no es buena para nadie y los poderes públicos tienen, pues, el deber combatirla y los ciudadanos el de no disculparla.
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Enhorabuena por el blog. He llegado a él a través de un enlace que ha dejado Luisa Delgado en facebook. Estoy totalmente de acuerdo con lo que recoge este artículo. La economía sumergida supone un engaño para todos y los ciudadanos debemos ser los primeros en no aceptarla como una "salida" a una situación socioeconómica difícil.
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