El deseo de fomentar la contratación a tiempo parcial no es nuevo. Es más, si hacemos memoria, recordaremos que en anteriores crisis ya se hablaba del contrato a tiempo parcial como una herramienta para hacer más flexible el mercado laboral y una oportunidad para acceder al mismo. Incluso se hicieron varias reformas, aunque equivocadas, pues se usaba como estímulo la reducción de la protección social en los contratos de menos de 12 horas. Ahí tenemos otro paralelismo con la actualidad: intentar fomentar el empleo reduciendo costes laborales a base de precarizar a algunos. La versión actual son los contratos primer empleo para jóvenes de entre 3 y 6 meses, que pueden ser a tiempo parcial.
Ahora se vuelve a hablar del tiempo parcial no sabemos si como reflexión acertada sobre la forma como se recupera el empleo en las crisis o por resignación ante la evidencia de que no hay empleo para todos y más vale repartir el poco que hay. Esta última idea, aunque bien intencionada sería un error, pues acabaría concentrando estos contratos en trabajos pocos cualificados, precarios y sin posibilidades de promoción. Así que, en las negociaciones que se anuncian entre gobierno y agentes sociales creo que sería bueno tener en mente que se busca con este contrato, si que constituya una oportunidad laboral o bien, aunque no se quiera llamar así, precarizar aún más el empleo y crear una nueva subcategoría de trabajadores.
La razón que convierte a este contrato en una oportunidad se basa en la lógica de cómo se recupera el empleo tras las crisis. Primero se termina con el ERE de reducción o suspensión volviendo esos trabajadores a ocuparse a tiempo completo, y en Almería es difícil encontrar una empresa por pequeña que sea que no esté en un ERE; después se aumentan las horas extraordinarias y sólo después se plantea el empresario contratar. Para acelerar esto y que el empleador no espere hasta tener la carga de trabajo que justifique un contrato a tiempo completo, manteniéndose así una tasa de paro elevada, este tipo de contrato es el idóneo. Además, como estimulo, se puede compatibilizar con cobrar el paro.
Pero, a diferencia del resto de la UE, entre nosotros destaca el alto nivel de nivel de involuntariedad en este contrato, ya que el 61% de los trabajadores a tiempo parcial, 68% en el caso de los hombres, reconocen trabajar a tiempo parcial por no encontrar un empleo a tiempo completo. Por ello, entre las nuevas medidas debería incluirse estimular la movilidad no sólo desde el temporal al indefinido sino desde el tiempo parcial al tiempo completo.
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