Los datos de paro de la encuesta de población activa
referidos a Almería tienen en el tercer trimestre del año sus peores cifras. La
campaña en la Agricultura y el manipulado, que utilizan tanta mano de obra han
determinado tradicionalmente las subidas y los descensos del paro. De la misma
manera, el último trimestre del año ofrece los mejores datos. Sabiendo todo
eso, es normal que en este trimestre se alcancé el nivel máximo de parados, e
incluso, si sólo nos fijamos en la cifra, como ahora hay 135.800 y en el mismo
trimestre del año pasado había 143.700, podríamos pensar que es otra señal de
que empieza a verse la luz al final del túnel y todo eso.
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. La caída de la
ocupación, es decir, del número de personas con trabajo es espectacular. Una
parte es estacional y se recuperará en el último trimestre, sin duda. Pero si
se compara con el mismo trimestre de cualquiera de los años anteriores, nuestra
provincia no tenía tan poca gente con empleo desde 1999 y eso que entonces la
población mayor de 16 años era inferior en 173.000 personas a la actual. Insisto
en ello. Con 173.000 personas en edad de trabajar más que en el mismo trimestre
de 1999 existe el mismo número de personas empleadas que entonces. Pero si contamos
desde 2005 que es cuando se cambió la metodología, no conocemos un tercer
trimestre peor en términos de empleo, aunque de paro el año pasado se llegará
al máximo.
La causa de que haya, al mismo tiempo, menos parados que el
año pasado y menos empleados que en los últimos trece años, radica en los
inactivos, las personas que aún estando en edad de trabajar no están en el
mercado de trabajo. Además de los jubilados o los estudiantes, cuyo número se
ha incrementado consecuencia de la dificultad de encontrar empleo, hay miles de
almerienses, que han tirado la toalla y ya no buscan empleo. El problema es
tal, que el número de inactivos,
212.000, casi iguala al de quienes trabajan, 214.000.
Así, junto con la tasa de paro más alta registrada nunca en
Almería, 38,77%, la tasa de actividad, el porcentaje de personas en edad
laboral que trabajan o buscan empleo, es cinco puntos inferior a la de 2005, y
a su vez, la más baja en estos 13 años. El problema no es, por tanto, el número
de parados que puede bajar sin necesidad de crear empleo, sino la inactividad.
A medida de que la situación mejore muchos de ellos volverán al mercado
laboral, de forma que el desempleo seguirá alto durante muchísimo tiempo y
poder tener la actual tasa de paro nacional, 26%, es un sueño que Almería no alcanzará en más de diez
años.
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