viernes, 5 de junio de 2009

CAMINO HACIA LA RECUPERACION

En las últimas semanas hemos visto como los elementos que configuran la recuperación ya están surgiendo. Los planes de estímulo de la economía española comienzan a dar resultados en lo que ha sido sin duda la parte más dolorosa de la crisis: el desempleo. La confianza de los consumidores se situó en mayo en su nivel más alto de los últimos trece meses, los precios y la caída de los tipos de interés están dando un respiro a las familias y a las empresas. ¿Quiere esto decir que la crisis ha terminado? La respuesta desgraciadamente sólo puede ser no. Ahora, como ya hemos repetido tantas veces, comienza la parte más difícil: el camino hacia la recuperación. Un camino difícil porque aunque hay casi unanimidad en cuanto al diagnóstico de la situación, hay también grandes diferencias sobre las medidas que debemos tomar para alcanzar un nuevo modelo productivo que sitúe a la economía española en una senda de crecimiento alto y sostenido. El análisis que la mayoría compartimos es: la economía española se ha deteriorado mucho menos que otras de nuestro entorno, en el primer trimestre de 2009 el PIB ha descendido un 3% sobre el mismo trimestre de 2008 frente al 6,9% de caída en Alemania, el 6,4% en Suecia, más del 15% en los países bálticos, 3,2 en Francia, etc. y, sin embargo, España ha sufrido una destrucción de empleo más intensa que la observada en estos países. En lo que discrepamos es las soluciones y en las reformas que nuestro sistema económico necesita. Como viene siendo recurrente cada vez que hay una crisis en España para unos la reforma urgente es facilitar el despido sin causa y sin control aunque se ahora se llame “acabar con la dualidad en el mercado laboral”. Nosotros no creemos que esa sea la principal prioridad, la principal es crear confianza situando el empleo en el centro de las políticas públicas, impulsando sistema más diversificado y más favorable a la innovación, con un sector educativo del que salgan trabajadores más cualificados, un plan que tiene en la futura Ley de Economía sostenible su principal pilar. Es por tanto pensando en ese futuro como debemos analizar el presente, para que lo que hagamos ahora sirva también para acelerar la recuperación. Un primer efecto lo hemos visto en mayo con el descenso del paro. En Almería el desempleo en la Construcción ha bajado por primera vez en catorce meses haciendo que baje también y también por primera vez en todo ese periodo el desempleo masculino. Ahora y durante los próximos meses volveremos a la evolución del paro tradicional en nuestra provincia: la finalización de la campaña interrumpe durante dos o tres meses miles de contratos fijos discontinuos haciendo crecer las cifras de paro. Será por tanto a partir de octubre cuando esos trabajadores reanuden su actividad cuando podamos ver la efectividad de las medidas que se han tomado. Ser conscientes del importante peso que el desempleo estacional tiene en Almería nos impedirá tomar medidas erróneas, porque las actuaciones públicas deben centrarse en combatir el paro estructural, el de aquellas personas que no se reincorporan automáticamente al mercado laboral tras el verano. Las políticas activas de empleo que ayuden a los parados a buscar empleo y los planes de recolocación no deben generalizarse a todos los desempleados, deben concentrarse en esos trabajadores para que los grandes números no nos hagan olvidar las tragedias individuales.

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