EL COSTE DEL PARO
Con este título no me refiero al coste personal o social.
No hablo de él porque todavía no he vuelto en mi tras leer a tanto experto
sostener que cobrar 400€ desincentiva la búsqueda de empleo. Me refiero a lo
importante, el dinero.
Ha sido conocerse el paro de agosto y los datos de perceptores
de julio y llenarse todo de noticias tipo que el sobrecoste del paro se come la
subida del IVA o que el aumento del paro agrava el problema presupuestario.
Tras ellas parece descansar un “veis, es necesario subir impuestos y recortar prestaciones,
porque la gente cobra el paro en lugar de emplearse”. Lo que no he encontrado,
y mira que he buscado, es a nadie pidiendo la inmediata dimisión de quién no
hace ni cinco meses elaboró una previsión de gasto en protección por desempleo
tan poco realista. No se trataba de hacer un programa electoral que, como bien
ha dicho el presidente del Gobierno, luego la realidad no te deja cumplirlo y
ya está, si no se puede no se puede. Se trataba de los presupuestos generales
del Estado, y habría que tener cierto rigor.
Todo el mundo, menos el que hizo el presupuesto, sabía
que este año iba a subir el paro y que, además, parte de esa subida procedería
del sector público animado por, entre otras cosas, una reforma laboral que
convierte el despido colectivo en la
única posibilidad de reducir costes de personal en las Administraciones. Aunque
el simple paso del tiempo y la inexistencia de empleo disponible estaba consiguiendo
que el gasto se redujera (unos terminaban prestaciones contributivas, la de más
gasto, y otros agotaban todo) la llegada de nuevos parados que generarían
nuevas prestaciones compensaría, al menos, ese descenso. Pues no, dijeron que
el gasto en desempleo se reduciría 2.000 millones y ahora se llevan las manos a
la cabeza.
Llego a pensar que se hizo conscientemente, primero
se presupuesta menos, y después se justifica el recorte porque no hay
presupuesto. Quizás incluso se intenta prepararnos para los siguientes
recortes. Sin embargo, los que opinan así, olvidan que los datos corresponden a
la primera mitad del año. Es decir, anteriores al recorte en las prestaciones
aprobado en julio. Pero, en la última mitad del año notaremos y mucho el
descenso de ese gasto, especialmente por el cambio en el subsidio de 52 años que
al pasar a 55 cortará el acceso a cientos de posible beneficiarios
, y con la caída en los beneficiarios de renta activa, al cambiar las
condiciones y todo sin contar los que agotan. Así, hasta fin de año bajará el
coste económico y se dará una vuelta de tuerca más al coste social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario