domingo, 16 de septiembre de 2012

Postvacional. Diario de Almería Lunes 3 de septiembre 2012


POSTVACACIONAL
Como si fuera un recuerdo de los buenos viejos tiempos, vuelvo a leer reportajes sobre la depresión de la vuelta al trabajo. En uno se afirma que el 56% de los españoles necesita de una a dos semanas para superar el estrés que les produce ese regreso, demostrando así que hay temas en los que te puedes inventar las estadísticas siempre que lo hagas con convencimiento.  A mí me parecería más creíble decir que un 56% de los españoles que tienen trabajo vuelven de las vacaciones con estrés, pero no por reintegrarse al empleo, que quieras que no se ve con alivio, sino por no saber si seguirán en él en Navidades.
Finalizado agosto, empezamos un trimestre incierto. Incertidumbre que la manía del Gobierno de utilizar frases como “no es cierto que estemos pensando en…” o “espero no tener que tomar más medidas duras” no contribuye precisamente a calmar. La parte andaluza de intranquilizar al ciudadano viene de la mano de “igual tenemos que acudir al fondo de rescate”. 
Por el lado del empleo, en Almería empieza, como es tradicional, el mejor trimestre del año, en el que la campaña agrícola y la reapertura de los almacenes devolverán al empleo a cientos de personas, tras un verano caracterizado por una inusual buena evolución del desempleo registrado. Pero difícil parece que el año acabe con una tasa de paro inferior al 34% porque el miedo en otoño estará en el empleo público, su repercusión en el consumo y de este en el empleo privado. Los Agentes locales de empleo, los ALPES, ya han abierto el camino y los fundados temores a que los despidos colectivos en el sector público se aceleren son un clavo más en el ataúd del consumo. Un ataúd que tiene muchos más clavos, empezando por la subida del IVA cuya repercusión es incierta en lo material pero enorme en lo psicológico. Esa incertidumbre viene favorecida, en gran medida, por el actual gobierno que cuando estaba en la oposición anunció el final del mundo tal y como lo conocíamos si el IVA se tocaba. Otro clavo lo proporciona la eliminación de la paga extraordinaria a los funcionarios que les obligará a ir ahorrando desde ya y que se notará en ciudades como Almería, donde su número es importante y eran, casi, los únicos que mantenían el consumo. Y otro más: los efectos de los “cambios” en la protección por desempleo empezarán a notarse claramente en octubre, cuando al agotamiento de las prestaciones derivado del paso tiempo (más de un 2% mensual iban cayendo antes de la reforma de julio) se unirán los efectos de esos recortes. En definitiva, que el estrés postvacacional no vendrá de la vuelta al trabajo, sino de su ausencia.

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