viernes, 23 de mayo de 2014

¿EL MEJOR VERANO?

Dejando aparte todas las bromas que se pueden hacer sobre el éxito de un descenso del paro en un 0,00% a nivel nacional, que es a lo que equivale bajarlo en 31 parados, no puede negarse que los últimos datos son positivos a nivel nacional y también en Almería. Es más, si contemplamos el período mayo – agosto, en Almería el paro descendió en el conjunto de estos cuatro meses en 205 personas, aunque en porcentaje queda peor: -0,25%. Es bueno porque estos meses concentran, tradicionalmente, importantes incrementos del paro en la provincia. Tenemos como ejemplo 2007, antes de la crisis, cuando aumentó en 7.929.  La razón está en el fin de actividad de los almacenes hortofrutícolas que emplean mucha mano de obra y ese aumento estacional no se compensa con el incremento del empleo en el sector turístico.

Sin embargo, seamos prudentes, porque ese ligero descenso del paro no se acompaña de previsiones de crecimiento vigoroso y sostenido del empleo, cuyo carácter temporal avoca a muchas personas y por largo tiempo, a continuas entradas y salidas del desempleo, y con la protección a los parados reduciéndose. No hay más que ver el milagro del ahorro: 2.000 parados más que hace un año y 4 millones de euros menos de gasto.

Seamos prudentes, digo, porque en agosto se llegó a la mayor cifra de desempleo registrado que hemos tenido nunca. Sólo por eso, unido a que en cinco años hay 35.000 parados más, parecería lógico pensar que ya no puede haber grandes aumentos. Por otra parte ese descenso coincide con una caída de la afiliación a la Seguridad Social, es decir, de empleos en 17.126, y el total se sitúa al nivel de 2004, una década pérdida. En cuanto a los contratos, las cifras son engañosas y se prestan a la manipulación fácil. Se han registrado más contratos que en los últimos años, cierto, y habría que volver a 2008 para encontrar una cifra tan alta, pero se logra mediante contratación temporal, corta e incluso a tiempo parcial. Así, por ejemplo, en 2008 y sin reforma laboral, hubo el mismo número total de contratos que ahora pero el de indefinidos duplicó a los actuales.


Es decir, la situación parece empezar a mejorar, pero más despacio de lo que nos quieren hacer creer. Ayuda el simple paso del tiempo y, sobretodo, la caída de la población activa, es decir, los trabajadores no vienen, se van. Esto que alivia los datos de paro añade un peligro al horizonte: se van trabajadores, pero el conjunto de parados y jubilados aumenta, hasta el punto de que, con los datos de agosto, en Almería hay una persona trabajando por cada inactivo, parado o jubilado. 

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