Almería, año cero
Mi vecina Mari enviudó en 2011 y Emilio,
de 48 años, perdió su empleo. Así, ambos integraron la herencia recibida por el Gobierno Rajoy. Con Emilio, el paro registrado ese año en
Almería alcanzó a 79.245 personas. Un
70% de ello cobraba paro, y el coste de esas prestaciones superó los 40
millones mensuales. Mientras, entre viudas como Mari y nuevos jubilados, la
provincia superó los 93.000 pensionistas. Por esas fechas la polémica era que Zapatero
no hacía nuevas dotaciones a la hucha de las pensiones. Un fondo que tenía
67.000 millones.
Tenemos nuevo Gobierno. Mari y
Emilio siguen siendo herencia recibida, aunque ahora, de la que el PP se ha
dejado a sí mismo. La cifra de pensionistas almerienses supera los 100.000. El fondo
de reserva ha bajado a 24.207 millones y se sacarán otros 9.000 para la extra de
Navidad. La época de los mítines ha terminado y la voluntarista afirmación de
que las pensiones “se seguirán pagando con el empleo” se sostiene menos que las
propias pensiones. En un par de años Mari cobrará su pensión de viudedad vía
presupuestos. Vestir un santo lleva a desvestir otro ¿a quién se le quita lo
que se dé a Mari? ¿A quién se suben los impuestos, a quién se recorta? Al final
las dos cosas a todos, ya verán.
Mientras, Emilio, terminó paro y
subsidio. Para él, política activa de empleo significó visitar nueve tiendas
del barrio, que le sellaran un currículo y recibir la Renta activa y la acaba
ahora. No es un caso aislado, pues junto con él, una cuarta parte de los
parados almerienses lleva más de dos años así. Cierto que desde 2013 ha
regresado la creación de empleo y que la recuperación se consolida, pero aún se
cuentan 5.600 parados más que en 2011. El 25% de los desempleados almerienses
lo son de forma estructural, no por la crisis. Son parados mayores, llevan
tiempo fuera del mercado laboral, y sin las cualificaciones que requerirán los
nuevos empleos. Su situación se agrava porque agotan las prestaciones – y
porque se reformó el subsidio de mayores, todo hay que decirlo. Ahorrar, si que
se ha ahorrado. La nómina mensual del paro en Almería está ahora en 34
millones. Hablamos de personas, no de tornillos. El sentido ético de este
ahorro es cuestionable. Bueno, Rajoy ha sido investido sin el voto en contra de
ningún diputado almeriense, a ver si aprovechando ese clima de concordia se
afrontan todas estas herencias.
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