BARES, QUE LUGARES
Bares,
que lugares, cantaba Gabinete Caligari. En su canción eran simplemente un sitio
grato para conversar, pero ahora algunos los ven como termómetros de la crisis
y normalmente para negarla. Los bares
están llenos, luego en Almería no hay crisis. Pero que estén llenos no
significa bonanza económica. Cuando le comenté a un amigo, dueño de un pub, que
a él parecía irle bien porque tenía el bar lleno desde las cuatro de la tarde,
me contó que en muchos casos lo tenía con un café toda la tarde. En su caso,
lleno no significaba más facturación. Tenemos la renta que tenemos y, para la
mayoría, la capacidad de endeudamiento llega como mucho hasta el límite de la
tarjeta de crédito. Así, si nos vamos de
tapas, habremos tenido que dejar de gastar en otra cosa. Es más, que algunos
bares estén llenos puede ser, en realidad un síntoma de que las cosas van peor.
Hemos dejado de cenar en restaurantes y lo hemos sustituido por dos cervezas
con sus tapas. Si son grandes mejor y nos vamos cenados. Habrá quien se haga más rico, qué duda
cabe, pero eso sólo procede de que lo
gastado ahí se ha dejado de gastar en otra
cosa, no de que la renta del conjunto de los ciudadanos haya aumentado.
Más significativo es lo sucedido con el turismo.
Cuando los telediarios desplazaban corresponsables a la DGT, para que viéramos pantallitas
con coches tenías la sensación de estar viendo una reposición más, como Curro
Jiménez. La recomendación del ministro de
veranear en España tenía un punto
melancólico, recordaba que hubo un tiempo en que los ciudadanos tenían
capacidad económica para irse de vacaciones en masa, a Canarias o Tailandia, y
que la tasa de pobreza del 20% no es sino una estadística más. En Almería la
situación del turismo, el que se cuenta como alojamiento en hoteles, lleva todo
el año registrando un descenso medio del 6% comparado con el año anterior. Y
ello gracias a que aumentan los turistas extranjeros, porque el descenso de
turistas españoles es mucho mayor y arrastra 15 meses de descensos. Esto, unido
la caída del consumo al por menor, a la menor venta de coches o la de sofás, y
así una larga lista lo que nos dice no sólo es que hay menos dinero, nos habla
de la desconfianza, y esta es la responsabilidad de nuestros gobernantes.
Llevamos 7 meses de un goteo de actuaciones seguido de un mayor goteo de
anuncios de actuaciones. Lo que quieran hacer, sea lo que sea, debería hacerse a
la vez, en un plan en el que las medidas se relacionen entre sí y cuando ya
sepamos a qué atenernos podremos decidir qué hacer, que puede ser irnos al
extranjero y no volver
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