viernes, 5 de julio de 2013

LA REFORMA SILENCIOSA 03/06/13 DIARIO DE ALMERIA

Otra vez oímos que España tiene un problema con las pensiones, que puede resumirse en que hay gente que se jubila y, por fastidiar, opta por no morirse, y prefiere disfrutar de pensiones que, en Almería, se sitúan en una media de 695,23 €.




Para demostrarnos que las pensiones públicas están en peligro si no se recortan las de jubilación, no ya ahora, sino en el futuro y para siempre, nos inundan de cifras para que si alguien discrepa quede como ignorante. De entrada, se mezclan pensionistas y jubilados, cuando sólo el 60% de los pensionistas lo son por jubilación. Con todo, es verdad que, al finalizar 2008 había 6,5 millones de pensionistas, 4 de ellos jubilados, y hoy 9,2 millones. Esto supone unos 140.000 más al año. Lo peor es que en 2008 había casi 20 millones de cotizantes, de los que salía el dinero de las pensiones y hoy 16,5, es decir, unos tres menos.



Pero esos tres millones menos ¿es porque se han jubilado o muerto? No, es porque comparando los datos de la encuesta de población activa del primer trimestre de 2008 y de 2013 vemos que se han perdido 3,7 millones de empleos, y el paro ha crecido un 185% pasando de 2,7 a 6,2 millones. Esto hace insostenible todo, la educación, la sanidad, las pensiones que hoy cuestan 1.000 millones más que entonces y la protección por desempleo que ha pasado de costar 16.500 millones a 31.600 millones en 2012 a pesar de la reforma de este último año.



El sistema no se sostiene porque un país no puede soportar un 27% de paro, que entre los jóvenes supera el 50%. Tenemos un ejército de reserva de 6 millones de personas que si vuelven a trabajar reduciría el gasto y aumentarían los ingresos por impuestos y por cotizaciones. Ese debería ser el objetivo real, no sólo teórico, de nuestros gobernantes.



Sin embargo, las decisiones no se están adoptando sólo pensando en salir del bache actual, sino que afectan también al futuro, de forma que la salida de la crisis dejará en crisis a los mismos que la padecen ahora. Es la reforma silenciosa de las jubilaciones. Debido a la crisis los jóvenes tendrán difícil conseguir 37 años de vida laboral que les permita un 100% de unas pensiones ya reducidas al cambiar periodos de cálculo. Y, para los mayores, se cambia dos veces en 9 meses, el subsidio por desempleo que más incide en la pensión, el de mayores de 52 años que pasó a 55 y recortó aún más el reciente decreto sobre jubilación anticipada. Además, con la obligación de jubilarse cuando se alcance una edad que lo permita, que puede ser los 61 con la reducción consiguiente. Mientras, nosotros, aceptándolo todo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario