No seré yo el que empañe la
alegría por los datos sobre paro del mes de noviembre en Almería, máxime cuando
hace un año me atreví a vaticinar en esta columna que 2013 un buen año para los
datos estadísticos y no alcanzaríamos esa tasa del 38% que se nos anunciaba.
Insisto en ello, un buen mes, y será un buen año, para los datos estadísticos.
Para las personas no tanto, y es que la presentación de los hechos tiene más
importancia que los hechos en sí. Un
ejemplo lo tenemos en la contratación indefinida. Desde la reforma laboral, esa
que como las 40 anteriores, tenía como uno de sus objetivos simplificar la
contratación y creó un contrato nuevo, llamamos contrato indefinido a ser
contrato de peón en prueba de 354 días, como nos recuerda una reciente
sentencia de un juzgado de lo social de Cataluña que ha declarado improcedente
ese despido. Ahora se anuncia una nueva reforma laboral simplificadora que,
curiosamente, parece que introducirá una nueva modalidad contractual más consistente
en tener a ese mismo peón en prueba esos mismos días pero a tiempo parcial.
Volviendo a los datos. Lo
positivo de este mes en Almería no es la reducción del paro, pues excepto en
2008 siempre ha bajado en noviembre, debido a la conocida estacionalidad de
nuestra economía. Ni siquiera lo es que haya descendido más que en años
anteriores. Entonces el paro bajaba a pesar del fuerte incremento del número de
personas que venían a nuestra provincia a buscar trabajo. Ahora que no sólo no
viene nadie sino que hay trabajadores que se van la reducción del paro es
automáticamente mayor. A esta reducción también ayuda, dado que hablamos de
paro registrado, que agotadas las prestaciones y endurecido el acceso a las
ayudas de desempleo, permanecer inscrito se torna innecesario. No, lo
importante es que por primera vez desde diciembre de 2011 el total de afiliados
a la Seguridad Social supera al del mismo mes del año anterior, lo que indica
que en noviembre no sólo bajo el paro, también se creó empleo, y eso es algo de
lo que alegrarse, aunque para ello haya que haberse convertido de nuevo en
tierra de emigración.
Los datos malos los sigue
proporcionando la protección por desempleo, que ya hemos visto influye en el
desánimo que lleva a dejar de estar inscrito y supone un alivio para el paro
estadístico, pero hunde un poco más a las personas. En octubre, último dato
conocido, sólo el 60% de los parados inscritos cobraba algo cuando hace tres
años cobraban el 86% de los desempleados. Peor aún es sin analizamos lo que se
cobra. De ese 60% que cobra algo, dos
tercios recibe 426 €.
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