lunes, 26 de enero de 2009
EMPLEO EN ALMERIA. RAZONES PARA CONFIAR
Pasados ya unos días desde la publicación de la encuesta de población activa y superada la urgencia por usar los datos para las broncas catastrofistas, surge el tiempo para el análisis riguroso de unas cifras, tras las que, no olvidemos, se encuentran personas que en muchos casos han visto gravemente afectados sus proyectos de vida. Y ese análisis es necesario para saber donde nos encontramos, la dimensión del problema y las posibles soluciones.
Oculto por un mar de datos, no hemos destacado el principal: Almería creó empleo en el cuarto trimestre.
Tras dos trimestres perdiendo puestos de trabajo, y en los meses más duros de la crisis fuimos la única provincia española en la que aumentaron las personas con ocupación, concretamente en 7.200. Es sin duda un dato para la esperanza y que, de confirmarse con los del primer trimestre de 2009, indicaría que nuestra provincia puede ser la primera en iniciar la recuperación.
Así pues en el peor trimestre se creo empleo y sin embargo, en estos mismos tres meses el paro subió en 17.200. Puede parecer chocante que al mismo tiempo que aumenta el empleo aumente el paro, pero la respuesta nos la ofrece la evolución de la población activa.
Nuestra provincia tiene, junto con Girona, la mayor tasa de actividad de España, el 66%. Esto quiere decir que cerca de 7 de cada 10 habitantes de Almería trabaja o busca trabajo. El crecimiento de la población activa en los últimos años ha sido espectacular por los flujos migratorios y la masiva incorporación de la mujer al mercado de trabajo. Y este aumento no se ha detenido por la crisis, al contrario. En sólo tres meses otras 24.000 personas se han sumado al mercado laboral, casi todas mujeres, cuya tasa de actividad, alcanza ya prácticamente el objetivo fijado por la Estrategia de Lisboa para 2010.
En Almería la crisis ha afectado al sector de la Construcción con más fuerza que al resto de Andalucía, reduciendo 40.000 empleos en un año. Este sector emplea mayoritariamente hombres y al perderse su trabajo o temer que se pierda, otros miembros de la familia, normalmente la mujer, salen a buscar trabajo: 30.000 lo hicieron en 2008 y lo hacen en el sector servicios, que termina el año con más trabajadores que cuando lo empezó. Otra buena noticia en un año laboral en las que noticias de este tipo no sobran.
El camino que nos aguarda en 2009 no será fácil pero los elementos que configurarán la recuperación comienzan a juntarse:
Tenemos una población que crece a mayor ritmo que ninguna otra provincia y que ha aumentado 102.000 personas en cinco años, mostrando que existe una importante demanda potencial de viviendas, no para especular, sino para vivir, que beneficiada por la bajada de tipos surgirá cuando el tapón de botella de la falta de créditos se afloje, animando la iniciativa privada.
Tenemos las obras que el Gobierno de España y de la Junta de Andalucía financiarán a los ayuntamientos. Del primero ya están aprobadas todas, y comienza la fase de adjudicación e inicio. Su beneficio se verá no sólo en el empleo directo que cree entre los trabajadores más dañados por la crisis sino también para las industrias auxiliares, como las del mármol, beneficiadas por el relanzamiento de la actividad en toda España, o para el bar de la esquina donde estos trabajadores se tomarán un café. El trabajo directo de unos aumenta el trabajo indirecto de otros.
Tenemos 29.000 millones del Gobierno de España para dar liquidez a las pymes, el verdadero motor de la creación de empleo en Almería, que se unen a los que hace unos meses aprobó la Junta de Andalucía, la primera comunidad en poner en marcha una medida de este tipo y a los planes para autónomos que se lanzarán en breve.
Tenemos pues muchas medidas que deberán dar resultados en los próximos meses y sobre todo tenemos la fuerza que nos da saber que no somos una sociedad que se sienta a llorar aguardando pasivamente que venga su salvador, como desean aquellos que sabiendo que no se les puede elegir por lo que son ni por lo que ofrecen confían en serlo por castigar a los socialistas. En esta situación, además, la izquierda debe reafirmar sus valores: el de la solidaridad, la justicia y la ética del trabajo. Para que nunca más se salga de las crisis a costa del sacrificio de los de siempre. Para que en el corto plazo detengamos la destrucción de empleo y en el medio y largo plazo cambiemos el sistema económico creando una sociedad más justa y equilibrada.
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