lunes, 25 de junio de 2012

4 DE JUNIO 2012 AHORRAR EN COMIDA


AHORRAR EN COMIDA

El día 30 se conoció que las ventas en el comercio minorista hasta el mes de abril habían sufrido una caída de tal magnitud que hace que las previsiones de ingresos vía impuestos valgan ya menos que el pendrive en el que se presentaron al Congreso. Detrás de los datos hay personas, y aunque haya pasado desapercibido hay uno realmente preocupante: el gasto en alimentación bajó un 4,3% en términos interanuales, el doble de lo que se redujo en aquel abril de 2009 cuando la crisis parecía tocar fondo y se anunciaba una fecha para la recuperación que, como las previsiones del FMI, fue cambiando cada 15 días.

Que se reduzca el gasto en alimentación es una señal, otra más, del empobrecimiento al  que asiste la clase media. Todavía en un silencio vergonzante pero con un grado de creciente irritación que debería hacer reflexionar a nuestra clase dirigente sobre este camino que parece llevar desde la crisis económica a la crisis social, especialmente cuando al mismo tiempo conocemos que, con dinero del contribuyente, si, de ese que tiene que sustituir la ternera por el pollo, y este por las patatas, se pagan cenas en Marbella, o se compra un coche oficial el alcalde de un municipio que no tiene para pagar a sus funcionarios.

La austeridad a tontas y a locas está secando el bolsillo de los ciudadanos y la prolongación del horizonte en el que se anuncia la creación de empleo cierra aún más las carteras. En las últimas semanas y conectado con la caída del consumo y las escasas perspectivas en el mercado laboral vemos otro fenómeno. Los nacidos a partir 1960 empiezan a cumplir 52 años. Bien, esto no es una gran revelación y  no espero conseguir el Pulitzer al decirlo. Pero es el momento en que los que tenían 48 años en 2008, empiezan a solicitar el subsidio para mayores de 52 años, los 426 € que llegan hasta la jubilación, y son muchos, y lo hacen al día siguiente de cumplir esa edad. ¿Qué significa? Significa que en 2008 fueron expulsados del mercado laboral miles de almerienses que entonces tenían entre 45 y 48 años, que sus esperanzas de encontrar empleo se fueron extinguiendo al ritmo de sus prestaciones, que han ido cobrando prestaciones por desempleo, y subsidios por agotamiento de la prestación, y para los que su regalo de cumpleaños ha consistido en poder acceder a este subsidio, esos 426 € que lleguen hasta la jubilación con 65 o 67 años, depende. Se pasará entonces a cobrar unas pensiones de miseria ya que todos estos años se cotiza por el salario mínimo. Son personas con hijos en edad de estudiar ¿qué se le puede ofrecer a un hijo cuando cobras 426 € al mes?

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