lunes, 25 de junio de 2012

EMPLEO PARA JOVENES ARTICULO 11 DE JUNIO 2012


Empleo para jóvenes
En estos días en los que la doctrina oficial es el pesimismo se recuerda mucho que España es el país de la OCDE con el mayor desempleo juvenil, lo que es cierto. Pero no se comenta tanto que en la estadística de jóvenes que ni estudia ni trabaja, por delante de nosotros está no sólo Grecia, sino bastantes países más, como Italia o Israel. Hay una generación consciente de las dificultades pero que no se desanima, y eso que motivos no faltan. Entre 2008 y 2011 se han perdido en España 1,5 millones de empleos ocupados por menores de 25 años, que suponen el 67% del total en este período. El impacto de la crisis entre los jóvenes ha sido general en Europa, aunque aquí con más intensidad.
Hasta ahora la reacción política de la generación joven en España ha ido por cauces moderados. El 15M ha discurrido entre tambores y no entre barricadas y no hemos visto surgir partidos extremistas. Pero, nadie puede asegura que la falta de expectativas en el corto plazo, unida al desánimo que produce observar la fábrica continua de privilegios en que parecen haberse convertido algunas Instituciones, no desemboque en reacciones más radicales incluso contra la democracia. Por ello es prudente prestar atención a lo que para combatir el desempleo juvenil se está haciendo en otros lugares, ya que, entre nosotros, a derecha y a izquierda, todo parece fiarse a subvencionar la contratación, como ese nuevo contrato para emprendedores, indiferentes al nulo resultado que este tipo de medidas ha dado desde 1975. Otra cosa no, pero en 35 años por subvenciones a la contratación que no quede, con los resultados sobre el empleo de los colectivos teóricamente beneficiarios ya conocidos.
Pues bien, choca que para combatir el desempleo juvenil en los llamados “países de nuestro entorno” se está haciendo casi justo lo contrario que en España. Entre esas actuaciones destacan programas integrales que pone el peso en la educación, combinando formación en el aula y formación en los puestos de trabajo, con un contenido ajustado a la demanda, con una focalización adecuada de colectivos, coordinación entre las instituciones responsables y ayudas económicas para asegurar la participación de los estudiantes. Esto último no deja de tener su gracia, comparado con España, donde se endurecen las condiciones para acceder a becas, quizás para conseguir que también en jóvenes que ni trabajan ni hacen nada ocupemos el primer puesto. Una vez más: recortar es fácil, gestionar es más difícil y un gestor responsable tiene que evitar que los jóvenes cambien el pupitre por el banco del parque combinado con el de la oficina de empleo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario