Un
mes más hemos asistido al ritual de las valoraciones de los últimos datos de
paro en Almería, excepto los socialistas que no han dicho nada. La opinión del
PP, lógicamente, ya difiere del tono de hace un año. Ahora gobiernan y cifras
que antes les hubieran parecido el anuncio del Armagedón sirven ahora para
hablar de “datos que señalan una nueva tendencia”. Las cifras son ciertas: 428
parados menos y 6.101 cotizantes más, pero la valoración es muy optimista
porque la única tendencia que se podría deducir de ellas es que regresamos a
octubre de 2008, el mes más parecido al actual de toda la serie histórica, y
que anunció el descalabro del empleo en el que aún estamos.
Almería
ha sido la única provincia andaluza en la que ha bajado el paro, lo que se
presenta como “un éxito de las políticas de Rajoy”. Pero lo cierto es que en 35
años jamás ha subido el paro en un mes de octubre en nuestra provincia. Y lo
malo es que intranquiliza la comparación con años anteriores. Entre 2004 y 2007
el desempleo disminuyó una media de 2.500 personas en este mes, y, ya en la
crisis, en 2009 y 2010 lo hizó en más de 1.800 personas. No se puede, por
tanto, hablar de buena señal y tampoco lo será el descenso de noviembre que,
como ocurrió el año pasado, probablemente sea mejor que octubre, ya que se
trata de un comportamiento estacional derivado del reinicio de la campaña
agrícola y el trabajo en los almacenes, intensivos en mano de obra. Los demás
sectores económicos, por el contrario, no dan señal alguna de estabilizarse, y menos
de mejorar.
Los
datos de afiliación a la Seguridad Social, que tienen gran valor para hacer
predicciones, tampoco recogen ningún cambio de tendencia positiva. Hay 6.101
afiliados más, pero también esto nos devuelve a 2008. Como sucede con el paro,
los datos de 2008 y 2012 son los peores de un mes de octubre en 35 años. Es
más, las cifras de afiliación nos dicen que se han perdido todo los empleos
creados en los últimos ocho años, desde octubre de 2004 hasta aquí y que cada mes
de 2012 la diferencia con el año anterior se hace más grande, en lugar de
reducirse, lo que demuestra que la destrucción de empleo no se ha detenido.
En
resumen, lamentablemente, el segundo peor mes de octubre en 35 años, no puede
considerarse síntoma de recuperación alguna, porque sin crecimiento no hay
empleo. Tampoco hay que generar frustración con esas prisas en buscar éxitos de
la reforma laboral que nadie ve. Sólo el tiempo dirá si fue un acierto y si es
que ya no será necesario crecer por encima del 2,5% para crear empleo y aún
falta para llegar a eso.
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