lunes, 17 de octubre de 2011

artículo en Diario de Almería Lunes 17/10/11 VOLVIENDO Y REVOLVIENDO EL PER

VOLVIENDO AL PER

No hay elección en Andalucía en la que no aparezca, de frente o de perfil, el tema del PER. Esta vez con la novedad de un cierre de filas frente al ataque exterior. Duran ha conseguido lo que durante más de 20 años parecía imposible, la defensa unánime del sistema de protección agraria en Andalucía y Extremadura.

Partía Durán de un desconocimiento bastante grande, y no sólo por el nombre, que desde 1996 es PFEA sino porque lo confundía con el subsidio agrario. Pero, entre los defensores también he visto incomodidad al abordar de donde salen los fondos, quizás por el hecho de ser estatales y las prestaciones proceder de las cotizaciones de todos los españoles. El sistema, que integra trabajo público y protección por desempleo, es una prestación estatal, una manifestación de la solidaridad de toda España con Andalucía y Extremadura, por lo que no debe ofender que se opine desde otras Comunidades. Quizás no se sepa que si vives en Pulpí y "echas jornales" en Aguilas (Murcia) puedes cobrar el subsidio o la renta agraria, mientras que si vives en Aguilas y los jornales los trabajas en Pulpí no cobras nada. Esta solidaridad se ha traducido, en el caso de Almería y tan sólo desde 2004, en cerca de 70 millones para jornales en obras del PFEA, sumemos materiales y sumemos unos 51 millones anuales pagados en subsidio y renta agraria a unos 10.000 perceptores. Es decir, en 20 años ha dejado cientos de millones en nuestra Comunidad. Nada de malo hay en ello, porque también Andalucía es solidaria de la reconversión industrial, de la textil, o de la del calzado.

EL PER ha sido una muy buena medida: ha dotado de infraestructuras de todo tipo a los municipios, siendo en muchos casos la principal inversión pública, o la única, del municipio. Ha evitado el despoblamiento de muchos pueblos de interior y para muchas mujeres del medio rural fue la única forma de acceso al empleo, la independencia económica y las pensiones.

Entonces, ¿de donde le viene la mala fama al PER? Porque mala fama tiene. Cuando se dijo que Hunosa era el PER de Asturias se ofendieron los asturianos y cuando alguien insinuó que el plan E era el PER urbano, se oyó el crujir de dientes. Por cierto, si se hubiera gestionado el plan E como el PER sus resultados hubieran sido mucho mejores, también en Cataluña. No hay que irnos lejos, la mala fama del PER se gestó en la propia Andalucía, donde se atacó por unos y no se supo defender bien por otros. Nuestra amnesia nos ha hecho olvidar aquello que machaconamente se repetía sobre que el PER era el voto cautivo, y hasta el reciente pitas pitas, mucho más ofensivo que lo del bar de Durán. Choca un poco, aunque ya no extraña nada, escuchar a algunos de los que dijeron lo del voto cautivo del PER cantar ahora sus bondades.

Esto nos debería servir de escarmiento. Pensábamos que decir el PER es la sopa boba o, ahora, España está arruinada o las cuentas públicas están falseadas, no tiene importancia porque en cuanto estemos nosotros todo eso se olvidará y el hada de la confianza hará el resto. Pero igual no es así, y la leyenda negra que hemos impulsado continúa aunque estemos nosotros. Entonces alguien repetirá nuestras palabras y otra vez venga mociones y cerrar filas.

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